Ahora que acaba de sacar disco la fabulosa Björk me viene a la cabeza el fotógrafo alemán Juergen Teller, uno de los fotógrafos de moda más influyentes de la actualidad.
Es un gran fotógrafo pero bien podría pasar por un aficionado. Con su estilo crudo, encuadres espontáneos, líneas de horizonte inclinadas, sobreexposiciones y contextos cotidianos, rechaza endulzar la realidad y muestra su crudeza a través de sus imperfecciones. Y ahí se esconde la fuerza de este fotógrafo que le lleva, a veces, a escenas obscenas, incluso ridículas, que resultan atractivamente molestas e inquietantemente bellas.
Lo han calificado de fotógrafo grunge, abanderado del porno chic, portaestandarte del glamour trash… calificativos estúpidos según él. Su estética feista y vulgar se ha convertido en un referente y hay muchos que lo imitan o directamente lo plagian.